Bon Vent i Barca nova!!!!

Era la crónica de una marcha más que anunciada. Sin embargo, creo que a todos nos duele y más cuando se va al, siempre odiado, equipo rival de la Comunitat. Nos dolió la marcha de Villa, un poco menos la de Silva, todos sabemos lo que se dijo sobre las ganas del propio jugador de abandonar el club. Pero nos duele más, al menos a una servidora, la marcha del “capo” Marchena.
Si alguien ha dado la cara por este club ha sido Carlos. Ha recibido palos y latigazos desde la M-30 por defender nuestro escudo. No le ha importado ha quien a tenido que enfrentarse. Ha demostrado por encima de todo que quería al Valencia.
A pesar de que lo hayan vendido, de que defienda una nueva camiseta, que ya no es la nuestra, siempre lo llevaremos en el corazón. Por mucho que ahora quien manchar su espectacular carrera, sobre todo por estas tierras, es algo que no podrán conseguir.
Se hablaba de una nueva era, de un nuevo periplo del Valencia. Todos lo relacionábamos con la marcha de los dos “locos bajitos”, sin embargo, ahora nos damos cuenta que estábamos equivocados. Ese no era el rumbo, erramos el tiro.
Realmente hablamos de un nuevo Valencia, pero no vinculado a esos dos grandes ‘killers’ que teníamos en la parte delantera del equipo. Hablamos de un nuevo Valencia porque desaparecen dos piezas fundamentales, dos hombres que se han dejado la piel y el alma por la defensa de nuestro equipo, sin mirar el dinero y el escándalo. Dos jugadores que han mostrado el gran respeto que tienen por este club y esta afición. Nunca han mostrado una mala cara o un mal gesto hacia los aficionados. Han firmado autógrafos, se han hecho fotos, han regalado camisetas,… Tenían y tienen nombre propio: Rubén ‘el Pipo’ Baraja y Carlos Marchena.
A principios de verano le dijimos adiós, alto y fuerte, a nuestro capitán durante la época más difícil. A aquel que nos defendió en los juzgados cuando otros, ahora más querido y admirado por algunos con poca memoria y mucho egoísmo, nos sentaron y avergonzaron ante todo el mundo.
Hoy le decimos adiós a otro de esos grandes hombres que nos han representado por todo el mundo y que hizo lo propio en Sudáfrica, el mayor escaparate futbolístico durante este verano. Carlos nos ha demostrado respeto, cariño, sacrificio, bondad, trabajo,... tantas y tantas cosas que nunca tendremos como agradelerle.
Se desvincula de nuestro club, una vez dijo que en una entrevista cuando se le dio a escoger por el Sevilla o el Valencia que “no puedo elegir. El Sevilla es mi madre y el Valencia mi mujer”. En esa declaración se notaba el cariño que sentía hacia este club. Hoy nos hemos separado, por seguir con la metáfora que él mismo comenzó, pero somos como esos matrimonios que se separan por las circunstancias pero que se siguen queriendo y que algún día, no muy lejano, quizás se den una segunda oportunidad y retomen esa bonita historia que un día tuvieron y que no pudo llegar a buen puerto.
Para finalizar, sólo decirle
GRACIAS!!!