domingo, 23 de octubre de 2011

Marco Simoncelli, descanse en paz

Día triste en el mundo del deporte en general y del motociclismo en particular. Marco Simoncelli ha perdido la vida en un accidente en Malasia. En días como este queda más patente todavía que lo importante es participar y poder contarlo. Hoy quedan a un lado las victorias, los enfados, los enfrentamientos o las derrotas. Hoy todo el mundo del deporte está triste. El mundo del motociclismo a perdido a uno de sus pilotos. Quizás no era el más importante, el que más ganaba o el que más cobrara. Era una vida de 24 años que se ha apagado. Caía bien en la grada y con su look atrevido pero divertido ponía su simpatía y alegría en el padock. Hoy ha sido la última vez que ha subido a la moto pero en el corazón y la mente de los aficionados a este deporte, arriesgado pero divertido, estará para siempre. Hoy a muerto el hombre pero ha nacido el mito. Descanse en paz.

sábado, 22 de octubre de 2011

No sólo de dos vive la Liga


La Liga es de dos. ¿Cuántas veces hemos oído esa frase en los últimos tiempos en nuestro país? Sí, muchas. Quizás todos los que  la dicen tienen razón. Sin embargo, hay equipos modestos, sin tanto presupuesto ni tantas estrellas que durante un tiempo viven la ilusión de que ellos también pueden formar parte de esos primeros puestos. Un claro ejemplo es el Levanta, que se ha situado en medio del sándwich y empatados a puntos con el primero.
Muchos son los incrédulos que se ríen de esa situación y recurren al “eso es pasajero ya veremos a final de Liga donde se encuentran”. Pero realmente lo que hace del fútbol un deporte emocionante, es ir partido a partido. Quizás cuando acabe la Liga el Levante no esté ahí (o quizás sí) pero ya nadie les podrá quitar la alegría y le felicidad que durante estas semanas se nota, se siente en el Ciutat de Valencia.
Con eso es con lo que nos debemos quedar. Si solo importara quien gana al final deberíamos jugar sólo esa jornada. El Barça y el Madrid podrán estar disputándose al final los primeros puestos. Sin embargo, lo que de verdad muchos aficionados modestos como los del Levante recordarán, cuando pasen los años, será que durante unas semanas fueron capaces de plantar cara a todo un poderoso económico (en este caso dos).
Así que ya lo saben. Ustedes no serán del Madrid o del Barça pero la ilusión, la esperanza y el amor a unos colores son lo que hacen de este deporte algo maravilloso. Así que disfruten y sigan apoyando a sus equipos incondicionalmente.