El Madrid, acostumbrado a ser alabado por la prensa, sobre todo por el gran satélite mediático que tiene a su alrededor y que comen gracias a ellos, se creyó el rey del mundo. Pensaba que podía hacer y deshacer como le diese la gana. Pronto descubrió que no. Es cierto que es un gran equipo pero cuando ha este le fallan sus formas pierde toda conexión con el aficionado al deporte rey. No se les debería haber olvidado, que es cierto que la afición no lo es todo, pero que uno no llega a ser grande de verdad sino goza del respeto de toda esa masa que día a día se gasta las ganas, las fuerzas y el dinero por respaldar a este deporte y sus trabajadores.
Hasta ese momento había estado sólo, sobre todo a nivel español, pero, antes de lo que se esperaban, el Barça demostró que podía ser igual o mejor que ellos. Deportivamente demostró que estaba en un nivel superior, fue el primero en conseguir el triplete muchas veces comentado. Además, tenían a su favor algo que los hacia especiales. Ellos eran el barça pero a diferencia del equipo blanco se hicieron querer y respetar por la gente, por todos los aficionados fueran culés o no.
Ellos demostraron que se puede ganar con humildad, con trabajo, con equipo. Que saben que son unos privilegiados porque están en la cresta de la ola, en todos los sentidos. Supongo que eso les habrá hecho cambiar en muchos aspectos, que se lo habrán "creído" como vulgarmente se dice, pero no lo demostraron. Creo que esa es la diferencia. Trasladaron al equipo la imagen, las sensaciones que despierta uno de los suyos, Leo Messi. Un gran jugador, el mejor, pero que ante todo ha demostrado ser una gran persona. Con los pies en el suelo y sin chulear a nadie. Ese era el espíritu y el Barça lo supo trasladar al escudo.
Creo que tiene, en parte, mucha culpa de lo sucedió una persona que ante todo ha demostrado saber estar, profesionalidad y respeto. Alguien capaz de hacer callar con ironía, bien entendida, y salero hasta al periodista más ácido. Ese no es otro que Pep Guardiola. Un entrenador de los pies a la cabeza. El míster consiguió conectar con los jugadores, con la afición y con los aficionados al fútbol en general, desde el primer momento. Algo difícil. Con todo el tiempo que lleva en el banquillo culé no se enfrentó a ningún compañero y demostró control y dominio, de todas las situaciones, hasta el último momento.
A él le debe el barça gran parte de su éxito, estoy convencida de que sin él nada de lo que han conseguido podía haberse hecho realidad. Se especulaba mucho con su futuro, cosa promovida más bien desde fuentes de la capital. Interesaba abrir el debate, había que crear nerviosismo, crispación en la casa del rival. Sin embargo, de nada les ha servido. Hoy, de nuevo, el Barça a conseguido con buen talante y gracia cerrar ese debate abierto por los blancos. Hoy han llegado a un acuerdo, Guardiola renovará una temporada más. Los blancos deberán buscar otro rumor, pero más bien les recomendamos que se centren en el juego, que los partidos se ganan en el campo y en los vestuarios... y por lo que se comenta por ahí, ellos esto segundo lo tienen bastante descontrolado. Demasiado gallo para tan poco corral. Los gallos son un símbolo de Portugal, será eso una señal.
Bueno, desde aquí felicitar a Guardiola, al barçá y al fútbol en general porque vamos a poder disfrutar un poco más del buen fútbol que este equipo practica. A todo el mundo le gusta, aunque sea de otro equipo. Como a una menda, que no es del barça pero reconoce que hoy en día pertenecen a otro planeta. De todas maneras, los demás seguiremos apoyando a los nuestro, por eso para despedirme en esta entrada lo hago con una única palabra:
¡¡¡Amunt!!!
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