sábado, 11 de diciembre de 2010

Parte del atletismo español ha alcanzado su peor marca

Después de los últimos acontecimientos ocurridos en el mundo del atletismo español es necesario dedicarles una entrada en este blog. El problema es que no se si dedicárselo a los “tramposos” o hacerlo a todos aquellos atletas, entrenadores, médicos, que trabajan día a día en este deporte y lo hacen de manera limpia, honrada y deportiva. Son ellos los que deberían tener un espacio en los informativos, en los blogs, en los periódicos,… pero sobre todo en muchas vitrinas. Sí, vitrinas. Cuantas veces algunos de estos limpios atletas no habrán podido ganar, clasificarse, competir,… porque otros con menos vergüenza y deportividad han utilizado malas artes para arrebatarles aquello que por justicia deportiva debía ser de ellos.
Está bien que los culpables, cuando se prueben quienes son, paguen por todo lo que hayan hecho. En este caso esperemos que paguen de verdad porque en esta operación denominada ‘Galgo’ encontramos nombres que ya nos suenan de operaciones antidopajes anteriores… parece que es más fácil delinquir que las consecuencias que les acarrea porque sino no se entiende que vuelvan a las mismas prácticas.
No voy a juzgar en esta entrada quien es o no culpable, primero porque no soy quien para hacerlo y segundo porque al igual que en el caso Contador dije que debía probarse debo respetar lo mismo en estos momentos, aunque la situación es clara y conocidamente diferente. Por eso en este caso no voy a dar nombres, pero creo que en este caso la Guardia Civil ha hecho bien su trabajo y parece que las pruebas son más que claras, sobre todo para que un juez autorice el registro de varias viviendas. A ello también hay que añadir, que mientras que para la opinión pública esto ha sido una sorpresa, los compañeros atletas y el resto de personal vinculado a este deporte no se ha visto para nada sorprendido, más bien ha sido una liberación, una alegría de ver que al final los “tramposos” son pillados y juzgados.
Otra vez los deportistas españoles y el deporte español en general vuelve a estar en el ojo del huracán mediático mundial, y no por triunfos trabajados y deportivos sino más bien por la vergüenza que sentimos todos de ver que nuestra bandera, nuestra esencia como país ha sido utilizado por muchos atletas, médicos, preparadores, entrenadores, etc., que no sólo han manchado nuestra imagen pública sino que nos han engañado y, que por si eso fuera poco, en estos días nos están haciendo sentir una de las vergüenzas más grandes, deportivamente hablando, que se pueda sentir.
Lo bueno de todo esto, es que el tiempo vuelve a poner a todo el mundo en su lugar, y por eso, los “tramposos” están en las comisarias o escondidos, mientras que los grandes deportistas, en este caso atletas, españoles están dando la cara y soñando con un deporte más limpio que les pueda deparar muchos triunfos que esta vez sí, nos harán sentirnos orgullosos de verdad.

2 comentarios:

  1. Tú lo has dicho no sólo los atletas sino también los entrenadores,...... todos ellos saben lo que pasa (aunque se hagan los sorpendidos, todos menos la afición que nos ilusinamos por cosas que en realidad nos daría vergüenza si estuvieramos al corriente de más de una cosa........

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  2. En mi opinión, y sin querer justificar a los deportistas que han caído en el dopaje, tiene mucha culpa todo lo que se monta alrededor del deporte de alto rendimiento, muchos intereses, cifras astronómicas por conseguir el éxito, mucha presión al deportista para conseguir no el 100% sino el 150%. El deportista es esclavo de los resultados y del éxito, sin él, no vale nada. Y ahí entra el hacer todo por el triunfo, cayendo en la trampa del dopaje. Estos deportistas fraudulentos los ha creado la exigencia y la presión del triunfo como único valor. Los patrocinadores presionan mucho y sólo ayudan cuando el deportista ha triunfado. Hay deportistas que no saben llevar la presión y caen en la trampa,pero no creo que ellos se sientan bien haciéndolo, el deporte de alto rendimiento es muy sacrificado, y creo que es insano los límites a los que está llegando.

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