domingo, 25 de julio de 2010
Contador, de oro
Hoy los Campos Elíseos de París volverán a vestirse con sus mejores galas para recibir a otro ilustre deportista español. Una vez más, y ya van tres para el de Pinto, un español estará en lo más alto del cajón. Contador se suma a la inmensa generación de oro del deporte español. Sin embargo, desde mi punto de vista, este deportista está todavía más, si se puede, por encima de los Nadal, Gemma Mengual, Casillas o Alonso. Que no se entienda mal, todos son una gran generación de campeones que nos han permitido disfrutar y sentirnos orgullosos de que sean españoles como nosotros.
Sin embargo, Alberto va más allá. Todos han tenido que llevar una vida sacrificada, dura, … organizar su vida en torno a los entrenamientos y las competiciones. Pero, en este caso, las cosas van más allá porque después de estar al borde de la muerte, la recuperación es mucho más dura. Pero gracias a Dios el de Pintó salvó la vida y hoy de nuevo nos regala una imagen impagable. Además de ser un español el que se alza de nuevo con el triunfo encima lo hace en la capital gala. Que mejor que demostrar nuestra superioridad, deportiva, en casa de los que más nos odian. Es ahí donde les demostramos que mientras ellos hablan de dopaje y culpan a los españoles, nosotros les enseñamos a ganar con elegancia, maestría, sacrificio y humildad. Elementos que en muchos deportistas brillan por su ausencia.
Una vez más los galos tendrán que tragarse su orgullo y ver a un español de oro vestido como tal. Personalmente, esa imagen me alegra, me emociona y sobre todo me permite sentir una sensación de venganza en la distancia. Es quizás sólo una experiencia personal pero no me he sentido tan despreciada como española y persona que un verano que estuve de vacaciones allí. Parecía que tuviésemos la peste. Pues bien, ahora tendrán que hacerle todos los honores a Contador y como consecuencia a todos los españoles, lo que hace que podamos sentir la liberación de que no nos respetan por iniciativa propia pero al final no os queda que reconocer quien es mejor.
Como todos los años, el Tour de Francia no ha sido una carrera ciclista simplemente. Como siempre ha estado envuelta por alguna polémica. Como ahora ya no hay casos de dopaje pues han tenido que rescatar la notoriedad que los hechos ajenos a la competición les daban por otras partes. Me refiero, como supongo todo el mundo ya ha pensado, al acontecimiento de la cadena y de esperar al que tienen un imprevisto. Pues bien, quede claro de antemano que esto es simplemente una idea personal. Yo soy de las que piensa que Alberto hizo lo correcto.
Una cosa es el “fair play” y otra muy diferente la manipulación de la competición. Está claro que en un partido de futbol hay un jugador que cae al suelo y se debe enviar el balón fuera. Pero no porque el equipo contrario tenga un jugador menos sino porque es la única manera que los servicios médicos entren en el campo para que puedan atenderlo en caso de ser necesario. Pero de ahí a tirar un penalti fuera porque el árbitro lo ha pitado y no era, hay un precipicio difícil de saltar.
Así que no hay que confundir las cosas. Alberto competía contra un grupo no contra un individuo en particular. Estaba compitiendo. Se te sale la cadena, mala suerte. Al día siguiente la victima podía haber sido Contador. El problema no estaba en si lo había aprovechado para atacar o no. El problema estaba en la nacionalidad del ciclista beneficiado. El problema era y es que Contador es español. El tricampeón (en él se va a convertir si nadie lo remedia esta misma tarde) tuvo que escuchar pitidos y como se ponía en tela de juicio su profesionalidad. Sin embargo, como un gran campeón que es supo como acallar todos esos malintencionados comentarios, en este caso no le dio un beso apasionado a la bella periodista, sino que lo que hizo fue dejarle la victoria al “perjudicado”.
Una vez más a demostrado que es un señor de los pies a la cabeza, tanto profesional como personalmente. Hoy subirá a lo más alto del pódium. Volverá a sonar el himno español en honor a otro deportista que escribe su nombre con letras de oro. Otra vez el de Pinto nos dará una lección de que con trabajo, esfuerzo, responsabilidad y humildad se pueden conseguir las metas que uno se fije. Hoy todos nos sentiremos de nuevo orgullosos de ser españoles. Hoy, también, pasará a la historia otro domingo de éxito de un deportista español. Hoy de nuevo Contador subirá al primer puesto del cajón en los campos Elíseos. Hoy de nuevo se convertirá en campeón del Tour de Francia. A nosotros sólo nos queda decirle:
¡¡¡¡¡Felicidades campeón!!!!!
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Estoy totalmente de acuerdo con todo lo que has escrito. Creo que los franceses siempre se han creido el ombligo del mundo y por ello se han encargado de hacerselo saber a todo el mundo, pero tarde o temprano eso pasa factura. La verdad es que como española no me gustó nada los pitidos que le hicieron a Contador por no haber parado a ayudar a Schleck, pero este mostró su educación haciendo unas declaraciones pidiendo disculpas, unas disculpas que a mi parecer no hacían ninguna falta. Pero esto no es la primera vez que nos pasa, recordemos que el público francés no hace mucho también pitó a otro deportista español. En este caso le tocó a Fernando Verdasco en un partido de tenis. Por ello creo que algunos deberían buscar en el diccionario el significado de educación y practicarla un poco.
ResponderEliminarSeguramente si esto hubiese sido al contrario, ni ellos hubieran pitado ni nadie se habría disculpado (Realmente porque era lo correcto).
en Pero, y nunca mejor dicho, cada uno tiene lo que se merece y por ello ayer Contador celebró su tercer tour(pese a quien pese)y España cosecha un título más en un año tan bueno a nivel deportivo.
Esperemos que las cosas sigan así a nivel deportivo y que sigamos cosechando títulos sin dejarnos vencer por aquellos que solo quieren perjudicar.
PD. Felicidades también a Win por el blog.
Muchas gracias. Lo que tienen que hacer los españoles es salir y ganar. Es la mejor forma de callar a los que nos critican y además es la que más alegría y orgullo da.
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